El 15 de agosto celebramos la Fiesta de la Asunción; el día que recordamos a Nuestra Santísima Madre ser asunta al cielo y coronada reina. En la lectura del Evangelio de este día, escuchamos una vez más la proclamación del Cantico de María, registrado en el Evangelio de Lucas (1:46-55). Este el cántico de alegría de la Virgen María en respuesta al saludo de su prima Isabel (Lucas 1:41-45), y resume la profunda fe y confianza de María en Dios.
ste canto de gozo es también conocido como el Magnificat, de la línea inicial de la traducción del latín de las Escrituras, la cual significa “Proclama mi alma la grandeza del Señor” (“Magnificat anima mea Dominum”). El Magnificat es una hermosa oración de corresponsabilidad usada diariamente por la Iglesia desde el Siglo XV. Es un himno de la Oración de la Noche en la Liturgia de las Horas. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que el Magnificat:… es el canto de la Madre de Dios y de la Iglesia; el canto de la Hija de Sión y del Nuevo Pueblo de Dios; el canto de acción de gracias por la plenitud de gracias derramadas en el caudal de la salvación y el canto de los “pobres” cuya esperanza es cumplida por la realización… (#2619) .
El Magnificat es una hermosa oración de corresponsabilidad usada diariamente por la Iglesia desde el Siglo XV.
Entre los numerosos temas de corresponsabilidad en esta lectura, la oración nos ayuda a darnos cuenta de que el plan de corresponsabilidad de Dios pone los valores del mundo al revés. Dios viene a ayudar al pobre y humilde, en detrimento del rico y poderoso. Y para aquellos que confían su vida al Señor, ellos son colmados de bienes. Cómo María, una joven mujer, humilde y pobre, se convierte en intérprete del plan de salvación de Dios, ella nos revela los fundamentos de la buena corresponsabilidad, y es testigo profético de la justicia social para todas las generaciones futuras quienes “me llamarán bendita” (Lucas 1:48). María fue el primer discípulo, la primera corresponsable cristiana del plan de Dios.
Tome unos minutos y haga esta oración de corresponsabilidad. Considere sus implicaciones para su vida. ¿Cómo magnifica usted al Señor? ¿Cómo hace usted a Dios “más grande” en el mundo de su vida cotidiana? ¿Cómo lleva usted la compasión de Dios al pobre?