Paz y bien.
Nuestra primera lectura nos dice que la sabiduría está disponible para cualquiera que la busque con honestidad y franqueza. Aquellos que buscan y la encuentran se evitaran muchos problemas. Este es un tema que volvemos a escuchar en el Evangelio. En el Evangelio de hoy escuchamos otra parábola. Las jóvenes previsoras son personajes mucho menos simpáticos que las descuidadas. Si usted estuviera en problemas, es mas probable que reciba ayuda de las descuidadas que de las previsoras. ¿Por qué ellas se describen como “sabias o previsoras”?
Debemos recordar que una parábola no es una alegoría. Una alegoría es una historia que tiene muchos puntos de referencia a la experiencia humana, muchos chistes, por así decirlo, pero una parábola solo tiene un punto de referencia. El detalle de la historia en si tiene un solo propósito: agregar fuerza a ese punto. Por esa razón, la negativa de las previstas de ayudar a las descuidadas no se considera un comportamiento modelo para nosotros. El único punto de esta parábola de las jóvenes es la preparación. Jesús continuamente le decía a la gente que se despertaran y se mantuvieran despiertos.
Pero ¿Por qué las jóvenes parecen tan aburridas? ¿Por qué la bondad a menudo se considera aburrida? La razón puede ser la siguiente: la bondad muchas veces se considera obligatoria en el hogar y en la escuela, por lo que desde la mas tierna infancia podemos haberla visto como “lo que otras personas quieren.” El mal luego se identifico con lo que queríamos nosotros mismos. Puede que nunca hayamos interiorizado realmente la bondad. Entonces podemos sentir que debe suceder lo mismo con todos los demás: que la bondad siempre es falsa. Eso sería la falsa educación Cristiana.
¿Qué motivación debemos recibir del pasaje del Evangelio de hoy? Tiene que ser el de la parábola misma: estar despierto, estar alerta, estar preparado. No confié completamente en la información que tiene, ni siquiera en la comprensión general que tiene. Las situaciones nos rodean, en la familia, la parroquia, la iglesia, el país, pueden haber cambiado mientras no prestábamos atención. Solo podemos estar alerta en el momento presente. Entonces, el mensaje de la historia es “por tanto, velad porque no sabéis el día ni la hora” del regreso de Cristo. Una persona sabia se mantiene lista para encontrarse con Cristo en cualquier momento.
Paz.
Fr. Oscar
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