El domingo 25 de julio se celebrará la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores. El tema elegido por el Santo Padre para la Jornada es “Yo estoy contigo todos los días” (cf. Mt 28,20) y quiere expresar la cercanía del Señor y de la Iglesia en la vida de cada persona mayor, especialmente en este dificil momento de pandemia.
“Yo estoy contigo todos los días” es también una promesa de cercanía y esperanza que jóvenes y mayores pueden expresarse mutuamente. De hecho, no sólo los nietos y los jóvenes están llamados a estar presentes en la vida de las personas mayores, sino que los mayores y los abuelos enen también una misión de evangelización, de anuncio, de oración y de guía de los jóvenes a la fe. Más información, así como literatura y oraciones, se pueden encontrar a: www.amorislaetitia.va
INDULGENCIA PLENARIA
“Con el fin de aumentar la devoción de los fieles y para la salvación de las almas,” los abuelos, los mayores y todos los fieles tendrán la oportunidad de obtener una Indulgencia Plenaria en la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores que se celebrará el 25 de julio, 2021. La Indulgencia Plenaria se puede obtener:
Durante Celebraciones Solemnes
Se concederá la Indulgencia Plenaria en las condiciones habituales: confesión sacramental, con comunión Eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontifice (El Santo Papa), en la solemne celebración que él presidirá en la Basílica Papal del Vaticano o en los diversos actos que se realizarán en todo el mundo.
Visitando a los Mayores Necesitados
El Tribunal de la Misericordia concede también ese mismo día la Indulgencia Plenaria a los fieles que dedicarán un tiempo adecuado a visitar real o virtualmente a sus hermanos mayores necesitados o en dificultad (como enfermos, abandonados, discapacitados y similares).
A Través de Medios de Comunicación La Indulgencia
Plenaria puede concederse también a todos aquellos que no pueden salir de casa por un motivo grave, y que “se unirán espiritualmente a los actos sagrados de la Jornada Mundial, ofreciendo al Dios Misericordioso sus oraciones, dolores o sufrimientos de su vida, sobre todo, mientras las palabras del Sumo Pontifice y las celebraciones se transmiten por televisión y radio,…y a través de los nuevos medios de comunicación social.”