DE NUESTRO PÁRROCO ASOCIADO
Este Domingo 3 de Enero, estamos celebrando, La Epifanía del Señor. Que significa Epifanía? La autorrevelación y manifestación de Jesús a toda la humanidad, no solamente a los elegidos y predilectos de Dios porque Dios hecho hombre quiere revelarse a todos los seres humanos, sin distinción alguna.
“Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y participes de la misma promesa en Jesucristo” (Efesios 3, 3-6).
Una prueba de que Dios hecho hombre se manifiesta y revela a todos los seres humanos, es el hecho de que unos magos del Oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron al rey Herodes, “¿Donde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su Estrella y hemos venido a adorarlo” (Mateo 2, 1-2). Seria bueno preguntarnos porqué estos magos del Oriente andan con mucha alegría e entusiasmo buscando al rey de los judíos para adóralo, y nosotros Cristianos católicos no le damos el lugar y respeto que se merece nuestro Rey. Hay muchos Cristianos Católicos que adoran a otros seres humanos, mortales, pero a Dios hecho hombre, nada que ver. Son Cristianos Católicos indiferentes, fríos, apáticos, mediocres y conformistas, que solo viven de emociones y momentos; es más, son Cristianos Católicos que solamente viven de religiosidad popular. ¿Porqué no le damos el lugar que Dios se merece en todo momento? ¿Porqué no le damos solamente el Honor, la Honra y Gloria a Dios hecho hombre? Porque nos hemos acostumbrado a un catolicismo de tradición, costumbre, devociones, piedad y religiosidad popular. Dice san Jerónimo que quien desconoce las Sagradas Escrituras, desconoce a Jesús. ¿Adoramos a Dios hecho hombre en Espíritu y en Verdad?
Es tiempo mis queridos hermanos y hermanas de formarnos, evangelizarnos y catequizarnos para no vivir nuestra fe Católica solamente de emociones, momentos, devociones y religiosidad popular. Hagamos un espacio en nuestro tiempo tan estresado y agitado para dedicarle más tiempo a las Sagradas Escrituras, La Santa Eucaristía, leer el Catecismo de la Iglesia Católica, los documentos del Concilio Vaticano, las Cartas del Papa Franciscos, y sus encíclicas. Si dedicamos tanto tiempo a lo secular y lo que este mundo nos ofrece, ¿porqué no le dedicamos más tiempo a lo mencionado anteriormente? En ello vamos a encontrar más sentido a nuestra vida como Cristianos Católicos, solución a nuestros problemas que tanto nos aquejan y agobian. Jesús es el camino, la verdad y la vida. ¡Amen!
Con cariño y respeto,
Padre Alberto Villafan, ofm.