El mes de mayo es el Mes de la Herencia de los Asiáticos Americanos y de los Isleños del Pacífico. A continuación hay un extracto de la homilía del Obispo McElroy de la Misa Diocesana por la Sanación Racial en abril.
Nos reunimos aquí esta noche porque hay odio en nuestro mundo, el odio que lanzó la Ley de Exclusión China [1882], el odio que obligó a la comunidad Japonesa a reubicarse en campos [1942], el odio que aterrorizó a las comunidades Filipinas del Valle Central [ 1931], el odio que mató a los niños pequeños en su salón de clases porque eran del Sudeste Asiático [Stockton, 1989]. Por las comunidades Coreanas atacadas durante los disturbios de Los Ángeles y por los Isleños del Pacífico que han tenido que luchar contra los estereotipos y la discriminación, no podemos reunirnos auténticamente en oración sin reconocer que junto a la riqueza del tapiz Asiático que enmarca nuestra cultura en California, hay una historia del racismo Anti-Asiático, una historia que aún crece sutil y abiertamente, viciosamente y violentamente.
La misma realidad y significado de la crucifixión nos llama a ver esta exclusión y violencia, reconociendo en los patrones racistas de nuestra sociedad la falsa condena de Pilatos, los insultos de la multitud, la sensación de desolación que experimentó Jesús mientras colgaba de la cruz. Y nosotros, como individuos, debemos reconocer con vergüenza esos momentos en los que hemos contribuido al terrible legado del racismo en nuestro mundo uniéndonos a la multitud que grita insultos, permaneciendo en silencio frente a la injusticia racial y clavando a Cristo en la cruz en la forma de sus hermanas y hermanos.
Nos reunimos aquí esta noche porque hay odio en nuestro mundo. Pero más importante, nos reunimos aquí esta noche porque el sacrificio de Jesús en la cruz nos muestra un camino de amor y sacrificio radical que es el único antídoto duradero contra el racismo que acecha dentro del corazón humano.
En su reciente encíclica “Fratelli Tutti”, el Papa Francisco nos llama al amor dentro de la familia humana que trascienda todas las fronteras, todas las divisiones, todas las exclusiones. Es el amor del buen Samaritano, que al enfrentarse al mal y al peligro en el camino, rompe todos los límites culturales racistas que lo llaman a limitar su amor a su propia comunidad Samaritana.
El amor del buen Samaritano destruye el racismo al dejar a un lado ese misterioso cáncer del alma humana que nos lleva a etiquetar a los hijos de Dios como “otros”, como inferiores, como indignos, como amenaza, como competidores. Y al desechar ese terrible impulso del espíritu humano, Dios revela la verdad de que todos somos iguales ante los ojos de Dios. No hay hijos de un dios menor en este mundo, y debemos comenzar a reconstruir nuestro estado y nuestra nación para fomentar la unidad y la paz genuina. Hace un mes, a raíz de la masacre en Atlanta, pedí a todas las parroquias de nuestra diócesis que oraran por las comunidades Asiático-Americanas e Isleñas del Pacífico en los Condados de San Diego e Imperial. Esta noche, les vuelvo a pedir, consciente de las lágrimas que han derramado nuestras comunidades AAPI, sus sueños que han sido destrozados, el miedo que han llevado, y las caricaturas con las que se han burlado de ellos y los han herido a causa del odioso prejuicio contra las Comunidades Asiático-Americanas e Isleños del Pacífico. Es la historia de la crucifixión que encapsula la magnitud del mal en nuestro mundo. Pero es la crucifixión la que también transmite aún más penetrante la esperanza que tenemos, la fe que compartimos y el amor que nos une en Jesucristo, quien sufrió todo para mostrar que no hay límites para Su amor.
Obispo McElroy
¿Le gustaría recibir el mensaje de nuestro pastor? “Desde el escritorio del pastor”, cada fin de semana por correo electrónico? Haga clic para unirse a este grupo de Flocknote, o use el formulario a continuación para registrarse.
¡Regístrese para unirse al rebaño!
¿Quiere mantenerse actualizado con notificaciones por mensaje de texto y / o correo electrónico sobre los próximos eventos, horarios de misas y más? ¿Le gustaría recibir su boletín semanal por correo electrónico o conectarse con uno de nuestros ministerios? ¡Te tenemos cubierto! Esta es la mejor manera de obtener la información más reciente de la Parroquia Mission San Luis Rey durante las reglas de la pandemia en constante cambio y el clima impredecible.
Hay dos formas sencillas de registrarse en nuestro sistema de mensajes de texto y correo electrónico parroquial:
Simplemente envíe un mensaje de TEXTO con las palabras “MSLRP” al número 202-765-3441.
Use su computadora para registrarse. Simplemente visite: sanluisreyparish.flocknote.com
Tenga en cuenta. No enviaremos mensajes de spam. No venderemos ni enviaremos sus datos a ningún tercero. ¡Su información permanece en nuestro sistema parroquial y está segura y protegida con nosotros! ¡Bienvenido a la bandada de MSLRP en Flocknote!