Queridos Hermanos y hermanas,
Estas fechas en que florecen los mejores deseos, los sentimientos humanos más entrañables, los valores sociales propios de las raíces Cristianas; estos días de fiesta, alegría, de lugares y casas con muchos adornos, luces, son aptas para anunciar al verdadero protagonista: Jesús.
La Navidad es un misterio de amor. Amor del Padre que ha enviado al mundo a su Hijo unigénito, el Emmanuel, el Dios con nosotros, para darnos vida y vida en abundancia. La Navidad siempre ha sido una fiesta de mucho movimiento. Creo que nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor, la voz de un Dios que en lo pequeño muestra su grandeza.
Querido hermano y hermana:
- El árbol de pino en la Navidad eres tú, cuando resistes fuertemente las dificultades de la vida.
- Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes adornan tu vida.
- La campana de Navidad eres tú, cuando llamas a tu familia a que vivan unidos.
- Tu eres luz de Navidad, cuándo iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
- Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.
- La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a otros al encuentro con el Señor.
- Eres también los Reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes a alguien sin esperar nada a cambio.
- Los villancicos eres tú, cuando conquistas la armonía dentro de ti.
- El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano con todo ser humano.
- La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.
- La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz en tu familia.
- La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
- Tú eres la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en silencio el Rey del mundo sin ruido ni grandes celebraciones.
- Tú eres sonrisa de confianza y de ternura en la paz interior de una Navidad que establece el Reino de Dios dentro de ti, y se proyecta al exterior con tus actos de bondad.
Les deseo una muy Feliz Navidad. Mi bendición. ¡¡Que el Niño Dios me les dé siempre su paz!!
Padre Lalo Jara, OFM
De Nuestro Párroco