Una Nota del Equipo Pastoral 22/1/23
Tuve la bendición de ir a Tierra Santa este verano y visitar Cafarnaúm y el Mar de Galilea. Después de leer el Evangelio de hoy, mi corazón y mi mente volvieron a Galilea. Recuerdo claramente escuchar las aguas del mar acariciar las rocas de la orilla y lo que se sentía al correr el agua entre mis dedos. Recuerdo la inmensa alegría que sentí en mi corazón al reflexionar sobre el llamado de San Pedro, “ven y sígueme”.