Este domingo es el Domingo de la Divina Misericordia. Lo más probable es que lo leas en reflexiones en línea y lo escuches en las homilías durante la Misa. Por lo tanto, en lugar de elaborarlo más a través de esta reflexión del boletín, me gustaría hablar sobre algo que quizás te hayas perdido esta semana: el Día de la Tierra, el 22 de abril.

Estoy plenamente consciente de que el Día de la Tierra no es algo que celebremos en nuestro calendario litúrgico Católico. Sin embargo, este día podría ser una buena oportunidad para que reflexionemos sobre nuestro llamado Cristiano a cuidar la tierra. Lamentablemente, todavía hay algunos Católicos que sienten que cuidar la tierra no es tan importante, o peor, como una agenda marxista-socialista que no tiene cabida en la iglesia Católica.

Nada puede estar más lejos de la verdad. Un socialista podría salvar el medio ambiente porque necesita garantizar el control total de todos los recursos naturales para rescatarlos por igual para todas las personas. El enfoque aquí sería la distribución equitativa.

Nuestra motivación como Cristianos, sin embargo, viene directamente de Dios. En el Libro del Génesis, Dios ve a toda la creación como buena y le encomienda a la humanidad que la cuide con sabiduría y amor. El Papa San Juan Pablo II llamó a la responsabilidad y el deber del Cristiano hacia la naturaleza y el Creador “una parte esencial de su fe”. Continuó diciendo: “El respeto por la vida y por la dignidad de la persona humana se extiende también al resto de la creación”. (Mensaje para la Celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 1990).

Es por eso que hoy el Papa Francisco sigue recordándonos nuestra responsabilidad de cuidar nuestra casa común (vea su encíclica Laudato Si’). Nuestra Diócesis de San Diego ha presentado un Plan de acción para el cuidado de la creación. Nuestros Frailes Franciscanos también han formado una comisión para guiar la participación en el plan de acción (laudatosispirit.org). Y nuestra parroquia, manteniéndose fiel a nuestra declaración de misión de cuidar la creación, también ha formado un Equipo de Cuidado de la Creación. Si se siente llamado a unirse, comuníquese con Tony (jmartinez@sandiego.edu).

Paz y bien,
Padre Sam