DE NUESTRO PÁRROCO

Mientras celebramos el nacimiento de Cristo esta Navidad, que la alegría nazca en nuestros corazones no solo este día de Navidad, sino todo el año; no solo todo el año, sino toda nuestra vida. Inspiremos a este mundo, que puede parecer tan perdido en la oscuridad, con la luz de Cristo en la luz de nuestra alegría. Demos la bienvenida a familiares y amigos. Demos la bienvenida a los extranjeros y viajeros entre nosotros que puedan unirse a nosotros para celebrar la Eucaristía. Hagamos lugar en nuestras celebraciones; saludemos con una sonrisa de bienvenida y grata hospitalidad a los que, como María y José, buscan alojamiento en la posada. No los enviemos a nacer en un pesebre como el niño Jesús.

Si regresa a la Iglesia hoy después de una ausencia larga, o incluso corta, deje que la alegría de esta celebración le llene. Dejen que la luz de Cristo entre en sus vidas y en sus corazones para que sus corazones crezcan “tres veces mas” este día y regresen a la alegría de celebrar la Eucaristía hoy y todas las semanas del año.

Mi agradecimiento a todos ustedes que han sido feligreses fieles, por todo lo que hacen incluso en los momentos difíciles. Es con humilde alegría que doy gracias por el honor de servirles como su Párroco. Gracias por todo su apoyo y oraciones. “No tengan miedo; porque he aquí, os proclamo buenas nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo. Porque hoy en la Ciudad de David les ha nacido un Salvador que es Cristo y Señor. Y esto os servirá de señal: Hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y de repente apareció una multitud del ejército celestial con el ángel alabando a Dios y diciendo: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a aquellos en quienes descansa su favor”. (Lc 2,10-14)

Que Dios los bendiga en esta Navidad, que toda oscuridad en sus vidas sea quitada por la luz de Cristo. Que sus corazones se llenen de la alegría del nacimiento de Cristo y sean misioneros de esa alegría, Amén.

Paz y bien ~ ~ Padre Óscar.