DE NUESTRO PÁRROCO
Las lecturas de hoy nos recuerdan que Dios siempre está con nosotros y siempre nos cuida, sin importar dónde estemos o las circunstancias donde nos encontremos. La primera lectura cuenta cómo Pedro y Juan fueron de Jerusalén a Samaria para orar con la gente de allí e invocar al Espíritu Santo sobre ellos. El salmo es nuestra respuesta al cuidado amoroso de Dios por nosotros. La segunda lectura nos dice que Cristo sufrió por todos nosotros, justos y pecadores por igual. Y en el evangelio, Jesús nos dice que no nos ha abandonado. Él ha enviado al Espíritu Santo para que esté con nosotros siempre. Jesús enfatiza la importancia de la obediencia a sus mandamientos como una demostración de nuestro amor por él. El evangelio destaca el hecho de que la verdadera fe no es solo una cuestión de creencia, sino que también requiere un compromiso de vivir una vida que agrade a Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Tanto el evangelio como la segunda lectura enfatizan la importancia del amor a Cristo. En Juan, Jesús dice a sus discípulos que los que le aman guardarán sus mandamientos, y en la primera carta de Pedro, el apóstol exhorta a los creyentes a estar siempre dispuestos a defender su fe con mansedumbre y respeto, por amor a Cristo. El amor es central en la fe Cristiana, ya que el amor por Cristo debe motivar y guiar todas nuestras acciones y decisiones. Jesús promete a sus discípulos que les enviará el Espíritu Santo, que estará con ellos para siempre.
El evangelio enfatiza la importancia del Espíritu Santo en la vida de un creyente, ya que el Espíritu nos guía y nos da poder para vivir nuestra fe y permanecer conectados con Cristo. A medida que continuamos nuestra temporada de Pascua, que podamos seguir siendo un buen ejemplo para que otros acepten el Evangelio en todas nuestras acciones. El próximo mes, con la festividad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, la iglesia Católica en Los Estados Unidos empezara 3 años de avivamiento Eucarístico. Quiero citar lo que nos dijo nuestro Papa Francisco el 19 de junio, 2022: “Porque el calor de su presencia nuestra vida cambia: sin El seria realmente gris. Adorando el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pidámosle con el corazón: ‘Señor, dame el pan cotidiano para ir adelante, Señor sáciame con tu presencia!’”
Paz y bien, Padre Oscar
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